ENTREVISTAS / 9 abril 2014

Entrevista a Mona León Siminiani, creadora de Extra Fantástica

A Mona León Siminiani la echábamos de menos en la radio. Periodista de formación, guionista y escritora de vocación, produce actualmente Extra Fantástica para Radio 3 Extra. Los oyentes la recordamos con cariño por su labor en programas míticos de Radio 3 como Videodrome, El Ojo de Ya Ve, Siglo 21 o el serial Cuando Juan y Tula fueron a Siritinga. Tras una larga experiencia profesional en Latinoamérica y otros mundos, Mona se deja de nuevo escuchar como productora de contenidos sonoros.

R: ¿Qué hace Mona León Siminiani además de Extra Fantástica?

M: Soy periodista de formación, aunque nunca he ejercido de periodista. Cursé el máster de RNE y entré a trabajar, especializándome en guión, locución y montaje. Aprendí mucho de todo. Después me fui a la Escuela de Cine de Cuba a estudiar Guión. He hecho guiones de series, de cortometrajes, videos industriales, locuciones de publicidad… Actualmente soy guionista de promocionales para Universal España en los canales de pago Calle 13 y SyFy y también estoy embarcada en un proyecto de una webserie científica. Soy una especie de mercenaria. En fin: soy autónoma… ¡creo que con eso lo digo todo!

R: Has trabajado en muchos de los programas que más se recuerdan de Radio 3. ¿Nos resumes tu recorrido en RNE?

Mona LeónM: Principalmente yo era guionista, pero también locutora, reportera y montadora. Durante casi un año preparé entrevistas para Carlos Herrera en RNE 1. En Radio 3 en casi 7 años pasé por muchos programas distintos. Uno de los más ficcionales era El Ojo de Ya Ve, un trabajo muy arduo: era una hora diaria y había que escribir varios cuentos al día, adaptar, ambientar, seleccionar la música de programa… ¡Mucho trabajo! En el serial Cuando Juan y Tula fueron a Siritinga fui argumentista, directora de actores y más trabajos que demanda un proyecto tan grande. Siglo 21 fue mi “programa-hogar”: en él empecé y en él acabé, tenía una sección semanal de cortometrajes. En Videodrome era montadora, guionista y locutora, y también me gustaba porque requería un trabajo de investigación muy estimulante. Unidades móviles en La Ciudad Invisible, realización en Mundo Babel, colaboradora eventual en Chichirichachi… La verdad, no recuerdo si tenía mucha vida fuera de la radio, pero así dicho ¡suena a que no! (Risas). Quizás el trabajo con más relumbrón fue Cuando Juan y Tula fueron a Siritinga, un serial de ciencia ficción que propuso Carlos Faraco, una completa aventura, y a mi me encanta meterme en aventuras. Éramos una generación que empezaba y montamos un equipo que hacía cosas que no hacía el resto en ese momento, y eso siempre es especial.

R: ¿Qué te da la radio que no te da la televisión o el cine en tu profesión?

M: La radio no sabemos bien qué es lo que tiene pero nos engancha mucho. Requiere mucho trabajo (esa regla de que un minuto de radio es una hora de trabajo), ¡y luego el minuto es tan efímero…! Pero merece mucho la pena: la radio es retadora, hace que tengas que pensar más allá, cómo expresar las cosas para que se “vea” lo que estás contando. A mi me tira mucho el mundo de la imaginación, y la radio es perfecta para esto. Además la radio no engaña, ni tampoco la voz. Hay veces que hago piezas y me doy cuenta de cómo estoy a través de ellas, escucho la pieza cuando la he acabado y pienso:“¿pero por qué me ha salido esta pieza así? ¡Yo no la había pensado así!”, pero así es como ha salido. Eso te define mucho, tiene un punto revelador. El audiovisual es una labor de equipo: cuando escribes para audiovisual sabes que eso va a pasar por 150 manos después. En la radio el proceso es mucho más directo, personal e íntimo. Me gusta hacer radio porque es un termómetro de cómo estoy. Quizás pienso que estoy triste, y resulta que la voz me sale más alegre de lo que yo pienso, o al revés. A mí me sirve terapéuticamente, el mundo sonoro tiene algo de investigación personal. Ésa es parte de la magia de la radio… para mí.

 “Para mi la radio es un termómetro de cómo estoy, me sirve terapéuticamente. El mundo sonoro tiene algo de investigación personal”

Extra Fantastica

R: ¿Cómo surgió el proyecto de Extra Fantástica en Radio 3?

M: Radio 3 me planteó la necesidad de captar audiencia joven que no escucha la radio. Los jóvenes asocian la radio a algo viejo, de sus padres: tertulias, debates, informativos… Ellos no se sienten atraídos por eso. A los jóvenes hay que buscarlos en las redes, en internet, y el gran reto es producir contenidos sonoros que les muestre que algo puede no llevar imágenes y aun así ser igual o más estimulante que un vídeo. Por eso pensé en hacer secciones breves con un toque rebelde o de replanteamiento de la realidad, que es algo que el formato sonoro permite hacer con relativa facilidad. Al fin y al cabo, el espíritu joven es el espíritu de la inquietud, de cuestionarse cosas o simplemente tener un punto de vista diferente. De ahí nacieron las Listas, Las Defensas… En realidad mi punto de partida y mi objetivo son el mismo: el pensamiento alternativo. Y está gustando. Yo creo que esta generación joven está muy preparada para ese tipo de revoluciones al menos “digitales”. Es una audiencia que ha recibido una educación audiovisual amplísima, y que pilla mucho más de lo que a veces se piensa. En Extra Fantástica yo hago planteamientos aparentemente simples pero bastante complejos en realidad y los jóvenes lo pillan a la primera. Está habiendo un cambio en el lenguaje, en lo que se dice y en cómo se puede decir, y hay mucho campo ahí que hereda de la radio, sí, pero que va creando algo nuevo. A los jóvenes les gusta porque se les trata de manera inteligente. Les hablo rápido, les hablo de cosas complejas, pero sé que lo van a entender. Esta actitud es importante: tratar bien al público, considerar que el público es inteligente.

“A los jóvenes les gusta, porque se les trata de manera inteligente. Les hablo rápido, les hablo de cosas complejas, y sé que lo van a entender.
Esta actitud es importante: tratar bien al público, considerar que el público es inteligente”

R: Extra Fantástica no es un programa de radio: es un cúmulo de contenidos que nada tiene que ver con el concepto de programa de radio de una hora. ¿Qué ventajas te ofrece trabajar en un formato corto?

M: El formato corto me gusta mucho, no tiene casi nada que ver con el largo. Para mi la obsesión en el formato largo era rellenar: es muy difícil mantener el ritmo durante una hora. Yo pienso en una pieza como en una especie de regalito con un guión de planteamiento, desarrollo y desenlace. Me planteo: “¿de qué quiero hablar en esta pieza?”, y me refiero a un “hablar” sonoro: de qué quiere hablar la música que voy a poner, el ritmo que voy a utilizar, qué tipo de tono en la voz, ¿voy a ir hacia abajo, hacia arriba?… El formato corto me permite poder pensar en todo esto: puedo esmerarme mucho más y darle más vueltas. De hecho trato de educarme en no darle tantas vueltas, porque en fin… ¡duermo poco!

R: Pero, ¿todo el proceso de producción de ExtraFantástica, lo realizas tú sola?

M: Sí, todo lo hago yo. De hecho, lo hago con Audition, con una Zoom H2, y grabo en el baño de mi casa. A los que me mandan textos para los Descubrimientos también les pido que me graben su voz en el baño o en el armario. Las piezas de elaboración propia son muy trabajosas. Hay piezas que me piden escribir todo primero y luego locutar, y otras me piden empezar a montar y luego ya ir viendo. Por ejemplo, con la Lista de los Timbres, empecé a escribir y a locutar, y según iba montando se me ocurría más material que añadir, así que volvía a escribir y volvía a locutar. Hay piezas que me llevan varios días de producción, y otras que he podido montar en dos horas, como la Defensa de las Moscas. En esta pieza utilicé una música cuyos cambios de ritmo me facilitaron mucho el montaje, ¡pero esto es muy raro que ocurra! ¡Bueno, tengo que decir que no estoy del todo sola! Con las redes sociales me ayuda Clara, mi sobrina, que hace un trabajo increíble! No sé qué haría sin ella.

R: Las músicas tienen una gran importancia en ExtraFantástica, ¿cómo las gestionas en el montaje y en el proceso de escritura?

M: En el 99% de los casos busco las músicas después y por asociación, es decir “esto me recuerda a esto otro, y esto otro me lleva a aquello”. También leo en voz alta todo lo que escribo antes de grabar: si no me suena a ritmo y a melodía (a música), para mí está mal. Cuando lo leo me vienen ideas, y a veces músicas. En realidad, Extra Fantástica es un personaje, es una parte de mí a la que le encanta hacer toda esa especie de teorías y que tiene un tipo de gusto, pero no soy exactamente yo, o no del todo. Por ejemplo: yo normalmente no escucho música electrónica, pero a Extra Fantástica le encanta. A mi me gusta mucho la música brasileña, y sin embargo no encuentro dónde encajarla en Extra Fantástica. Quiero decir que el proceso creativo es bastante ficcional en sí mismo, tiene mucho de teatral, por eso considero que yo no escribo para un personaje, sino que he creado un personaje, que es el que escribe, y la realización sonora depende de lo que pide ese personaje: su lenguaje, su retórica, su música.

No considero que esté haciendo tanto radio como contenidos sonoros.
No es el futuro: ya está siendo el presente”

R: ¿Echas de menos hacer radio en directo?

M: Sí, la radio siempre mola: sentarte en el estudio con tu micrófono Neumann delante, comunicarte con el técnico… Mola mucho, pero también me estoy sintiendo muy a gusto con esto. No considero que esté haciendo tanto radio como contenidos sonoros. No es el futuro: ya está siendo el presente. Hay que conquistar los terrenos de creación sonora, que han estado dormidos durante un tiempo, porque la radio se ha institucionalizado demasiado. Internet, del mismo modo que ha hecho con la parte visual, está siendo muy importante para el mundo sonoro. Yo hago contenido sonoro pensado para Internet: el ritmo y la duración de las piezas son para la red. Hay quien me ha dicho que locuto muy rápido, ¡pero es que en Internet se escucha rápido! Nuestro nivel de consumo audiovisual es bestial, y a veces da la impresión de que ya no hay criterios. Sin embargo, en tiempos de oscuridad es cuando más se necesita luz, por eso es tan necesario hacer cosas nuevas. Extra Fantástica es un contenido que tiene que ver con un estilo de vida, con una serie de valores si me apuras. La gente está sedienta de cosas que le hagan reír, que le hagan pensar, que le hagan reaccionar, y creo que el mundo sonoro tiene mucha baza en este aspecto: es más fácil acceder a la música, a los efectos y a la voz que a un rodaje audiovisual. El 90% de lo que requiere el trabajo sonoro es imaginación, tanto en la creación como en la escucha, y yo pienso que la imaginación salva el mundo y nuestras vidas cada día. Y no hablo de imaginación como escapismo, sino al contrario: como herramienta para entender, asimilar y cambiar la realidad proponiendo nuevas perspectivas. Creo que se está fortaleciendo esa sensibilidad de poder hacer lo que quieras a través del sonido como ya pasó con el audiovisual. Pero España es un país lento para las innovaciones… Bueno, España y el ser humano: “A mí si me das lo de siempre, bien; si no, ¿quién eres tú?”, pero ‘lo de siempre’ alguna vez tuvo que empezar, ¿no?

R: Has estado muchos años viviendo y trabajando en Latinoamérica, ¿como se vive allí el universo sonoro y la radio?

M: En Latinoamérica depende mucho del país, pero en general hay una efervescencia bestial. En México y Colombia la radio les encanta, en Brasil tiene mucho éxito porque los brasileños no conciben la vida sin estar escuchando música a todas horas. Me da la impresión de que tienen un contacto con el mundo del sonido que no tenemos aquí. En España tenemos una lacra porque la radio se sigue asociando a una serie de cuestiones políticas. Allí son más abiertos: los argentinos por ejemplo tienen ese ímpetu, esa juventud. Cuando llegué, me quedé, porque iba mucho conmigo. Son muy aventureros y cuando aman algo, lo aman muchísimo. La gente escucha mucho la radio, y hay programas que generan mucha expectación y fidelidad. Recuerdo en Colombia que todas las tardes había un programa de humor político y la gente “se ponía” a escucharlo. Si te pillaba en un taxi, el tipo ni hablaba: lo escuchaba a todo trapo y comentaba, se cabreaba, se partía de risa… Sí, es otro universo, otro espíritu.

R: ¿Podrías indicarnos algunas de tus referentes o influencias a la hora de escribir y producir radio?

M: La verdad, soy de esa gente que hace radio pero no la escucha. Creo que hacer radio y escuchar radio son dos amores diferentes. A mi la radio se me cruzó un poco por casualidad: mi gran vocación fue siempre la literatura, así que mis referencias son sobre todo de la literatura y del cine, yo pienso mucho en películas. Pienso por ejemplo: “¿Cómo diría esto Tarantino? ¿y Billy Wilder?” O “¿Qué diría Cortázar si leyera esto?” Quizás por eso cambio tanto de músicas, porque necesito “escenarios” diferentes… como en el cine. Mi modo de trabajar es muy audiovisual. Pero en lo que es propiamente sonido sí puedo señalar a alguien muy influyente para mi: Carlos Hurtado. Aprendí mucho con él, es un verdadero genio del montaje y me enseñó a escuchar el sonido, sus capas, sus dimensiones. Carlos tiene una relación con el sonido muy especial, es muy iluminador, e hizo que me enamorara del sonido. ¡Y encima tiene un corazón de oro!

R: Mona, vas a ser la primera en inaugurar una nueva sección que acompañará las entrevistas de Radioimaginamos. Se llama “Un minuto contigo mismo”. Así que, ahora me voy a ir, y te voy dejar a solas frente al micrófono durante un minuto. El silencio está prohibido. ¿Te apetece esta travesura?

M: ¡Adelante!

 

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Tags:  Extra Fantástica Mona León Siminiani Radio 3 Extra

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