Manu Holterbach (Francia) inventa instrumentos acústicos (cristales enharmónicos, girófonos) máquinas de espacialización de sonidos (acustimotógrafos), y altavoces mutantes (altavoces de bajos, láminas de metal sonoras). Presenta instalaciones de sonido y actuaciones desde 1992 en Europa, Canadá y China. Compone música electroacústica basada en grabaciones de campo de los fenómenos naturales e industriales, las vibraciones de los objetos y edificios, compone la música para instrumentos clásicos y exóticos, da conferencias sobre arte sonoro en las escuelas de arte, bibliotecas y festivales y actualmente está trabajando en la biografía de Eliane Radigue. 
Michael Northam (USA) es un compositor interesado en el desarrollo orgánico, el medio ambiente, las grabaciones de campo, la instrumentación tradicional y la improvisación. Busca la conexión con las músicas espirituales de muchos lugares del mundo y sus diferentes culturas. Ha colaborado con artistas similares, como Francisco López, Seth Nehil, Ora (Darren Tate y Colin Potter) y John Grzinich. Northam no es un instrumentista, es un oyente cuidadoso que realiza un minucioso estudio de artesano. Influenciado por los fenómenos naturales, las tradiciones espirituales profundas del Tíbet y las mitologías del mundo, su música invita a un diálogo abierto con la conciencia profunda y con el misterio.
Holterbach (Francia) y Northam (USA), se encontraron cerca de Grenoble, Francia en 2001. Desde ese momento han seguido un diálogo amistoso que ha entrelazado sus obsesiones mutuas (coleccionar músicas raras, investigar tradiciones sonoras del mundo, observar fenómenos naturales y el uso todas estas exploraciones hacia la creación de su propia música suspendida). Después de casi diez años de intercambio, se encuentran en la primavera 2010 para realizar su primer tour de concierto juntos.
Llegaron el lunes 26 de abril al OCCC de Valencia, después de haber actuado el fin de semana en el festival de ARTe SONoro de La Casa Encendida que se celebra actualmente en Madrid. Durante aproximadamente una hora, el pequeño auditorio invitó a la intimidad y la admiración ante lo que estaba ocurriendo: múltiples capas sonoras se armonizaban y prolongaban en el tiempo dibujando una primavera llena de matices. Tanto Holterbach como Northam generaban sonidos, los reproducían y transformaban a tiempo real para conseguir un efecto hipnótico y en conjunto, una pieza mágica.
Holterbach se sirvió de su guitarra preparada, de los osciladores, los sonidos distantes y se ocupó en su mayor parte de las bajas frecuencias. Northam evocaba texturas más brillantes, sonidos y tonos generados con su flauta japonesa, la voz y otros objetos. En un determinado momento, bebió de su botella de agua e integró esta acción en la pieza sonora, el mismo golpeo del agua de su botella propagándose junto a los demás sonidos hasta perderse en el desvanecimiento.
Webs de los artistas:
http://www.myspace.com/mholterbach
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